¿Qué son los retinoides?
Los retinoides son una familia de compuestos con un gran poder antienvejecimiento y relacionados con la vitamina A. Estimulan la renovación celular y mejoran la calidad de la piel al promover la síntesis de colágeno y elastina.
Esta vitamina reduce las imperfecciones, líneas de expresión y arrugas, ilumina la tez y mejora la producción de colágeno. La puedes encontrar en diferentes presentaciones y, de hecho, en los ingredientes de los cosméticos puedes encontrarla como retinol, retinal o retinil.
Beneficios de los retinoides
Debido a sus propiedades, son un valioso activo en la cosmética antiedad y para personas con un tono irregular, manchas o acné. Tienen un gran poder antioxidante y son perfectos para prevenir y combatir los signos del fotoenvejecimiento. Además, están indicados para controlar el acné.
Tipos de retinoides
Existen diferentes tipos, y cada uno de ellos tiene un mecanismo de acción concreto. Algunos retinoides actúan más rápido que otros. Su grado de potencia de mayor a menor es el siguiente: ácido retinoico, retinal, retinol y retinil.
- Retinol. Es el más popular y el que menos efectos secundarios tiene. Actúa a nivel celular y, para obtener resultados visibles, debes utilizarlo al menos durante un año.
- Ésteres de retinoides. Son los más débiles de toda la familia. Se encuentran en productos de venta libre que tratan el acné.
- Ácido retinoico. Se dispensa bajo prescripción médica y su actuación es más intensa que la del retinol.
- Isotretinoína. También se adquiere con receta y se utiliza para el tratamiento del acné severo.
A la hora de utilizar tratamientos de venta libre para la piel, siempre debes apostar por el retinol frente al retinal.
Consejos de aplicación
Si vas a utilizar retinoides, ten en cuenta que es mejor hacerlo por la noche que por el día. En caso de aplicártelos durante el día, recuerda siempre incorporar en tu rutina de belleza un factor de protección solar adecuado (SPF 30 o SPF 50).
Por otro lado, la franja de edad más recomendable para su uso es a partir de los 35 años. Aun así, evítalos si estás embarazada o en período de lactancia.
¿Los has utilizado? Cuéntanos tu experiencia con ellos en los comentarios.