Amaranto

El amaranto o moringa es una semilla que se utiliza para cocinar debido a sus propiedades saludables. Además, por su textura y sabor gusta tanto a adultos como a niños. ¿Quieres conocer en profundidad todo lo que tiene que ofrecerte? ¡Sigue leyendo!

Qué es y para qué sirve el amaranto

El amaranto es un pseudocereal muy saludable y uno de los cultivos más antiguos de la humanidad. De hecho, era muy utilizado por aztecas, incas y mayas en sus ceremonias sagradas, donde lo mezclaban con miel y elaboraban figuras. 

Debido a sus propiedades nutricionales, está considerado como uno de los 36 vegetales con mayor valor. Resiste a la sequía y proporciona un gran rendimiento agrícola.

Aunque comparte con los cereales ciertas propiedades, tiene algunas propias. Por ejemplo, hay que destacar que su alto aporte proteico lo acerca mucho a las legumbres. Asimismo, el amaranto es una fuente excelente de aminoácidos esenciales y es rico en las vitaminas del grupo B.

Por otro lado, aporta fibra y grasas saludables, tiene un gran poder antioxidante y, al ser libre de gluten, pueden consumirlo tanto celíacos como intolerantes.

Por sus propiedades y versatilidad es un buen alimento. Se consume en forma de harinas, aceites, copos, granos y hojas. Además, también se utiliza en la industria química y cosmética.

¿Qué propiedades y beneficios tiene?

La composición del amaranto le confiere una serie de propiedades y beneficios. Veámoslas.

• Aporta a celíacos energía sin gluten. Este pseudocereal está compuesto en un 59 % por carbohidratos, en su mayoría con forma de almidón. A diferencia de otros cereales, no contiene gluten.
• Incremento del rendimiento mental y físico. A las personas que tienen un desgaste físico e intelectual importante, como los estudiantes, se les recomienda su consumo. 

Aporta fibra vegetal, carbohidratos complejos y proteínas. Como consecuencia, tiene un bajo índice glucémico (IG) y el suministro de glucosa al cerebro es constante. Además, como su IG es bajo, resulta perfecto para que lo consuman las personas que padecen diabetes.

• Alto contenido en fibra. El aporte de fibra del amaranto es de 6,7 %, lo que lo sitúa por encima de otros cereales. Por ello, contribuye a la motilidad del intestino y al cuidado de la flora intestinal.
• Fortalece los huesos. El amaranto protege tu sistema óseo de la osteoporosis debido al aporte de fósforo, magnesio y calcio.
• Favorece la salud cardiovascular. Puede regular los niveles de colesterol en sangre. Además, es más rico en grasas que la avena y sus compuestos fenólicos poseen un alto poder antioxidante.
• Fuente vegetal de escualeno. Esta sustancia se extraía normalmente del hígado de tiburón por sus propiedades anticancerígenas. Pero, además, es una sustancia grasa antioxidante que ejerce un efecto protector sobre el intestino, el sistema circulatorio y la piel.

¿Tiene contraindicaciones?

A pesar de todos sus beneficios, este alimento está contraindicado en personas que no estén acostumbradas a consumir fibra. Nuestro consejo es incorporarlo en tu dieta poco a poco para evitar una irritación intestinal. Además, si se consume en exceso puede provocar dolor abdominal, gases, estreñimiento y diarrea, entre otras cosas.

Aunque no es algo habitual, también hay que considerar la posibilidad de una reacción alérgica. En las personas con sensibilidad al amaranto puede provocar dificultad para respirar, hormigueo en la boca, urticaria, hinchazón de la lengua…

Si sabes que eres alérgico, no la consumas. Del mismo modo, las mujeres embarazadas que no lo han consumido previamente, deben evitar hacerlo durante este período.

Debido a su alto valor calórico, no debe tomarse con alimentos que también sean ricos en calorías. Especialmente si quieres adelgazar, esto sería contraproducente.

Valor nutricional del amaranto

El amaranto es una fuente de aminoácidos excelente para quienes buscan aumentar el consumo de proteínas de origen vegetal. Pero lo que le confiere tanto valor es que aporta aminoácidos esenciales en proporciones óptimas para que se puedan asimilar.

Asimismo, como es rico en oligoelementos y minerales, es un gran reconstituyente. Su aporte de calcio es superior al de cualquier otro cereal y también aporta magnesio. Asimismo, es una gran fuente de zinc, selenio y hierro, superior incluso a las espinacas.

Cómo cocinarlo

Como cualquier otro cereal, en primer lugar es necesario lavarlo bien. Puedes consumirlo en forma de germinado, harina, hinchado, tostado o hervido. Es válido para recetas dulces y saladas.

Puedes incorporarlo a sopas, guisos de legumbres, verduras rellenas o salsas de tomate.

Las semillas se cuecen unos 20 minutos. En cuanto a las medidas, se recomienda una de amaranto por hasta 3 de agua. Durante el proceso debe estar tapado y a fuego suave. Posteriormente, se deja reposar.

Con la harina puedes elaborar bizcochos o mezclarlas con otras siempre que la proporción no supere el 30 %. Al no tener gluten, las masas no subirán igual. También se puede utilizar como ingrediente para hacer una bechamel para celíacos.

Algunas recetas para introducir el amaranto en tu cocina

A continuación, te contamos 3 recetas perfectas para introducir el amaranto en tu dieta:

1. Nuggets de pollo con amaranto

Para elaborarlos necesitarás:

• Carne de pechuga de pollo.
• Una zanahoria troceada.
• 4 cucharadas de amaranto y otras 4 de avena molida. 
• 1 huevo batido.
• ½ cucharada de cebolla en polvo. 
• Un poco de ajo en polvo, sal, harina, pan rallado y aceite para freír.

Mezcla en un bol la carne con la avena, el amaranto, la cebolla, el huevo, la zanahoria y las especias. Sazona para que esté a tu gusto. 

A continuación, da forma a la mezcla y empánala con harina, huevo y pan. Fríe los nuggets en una sartén con aceite u hornéalos a 180 ºC hasta que estén crujientes.

2. Atún con costra de amaranto

Esta receta de atún es saludable y deliciosa. Si la haces una vez, seguro que la repites.

Para su elaboración necesitarás:

• 4 filetes de atún.
• 1 cucharada de ajonjoli negro.
• ½ taza de semillas de amaranto.
• 3 cucharadas de vinagre de arroz.
• ¼ de taza de salsa de soja.
• ¼ de taza de ajonjoli tostado.
• Sal y pimienta.

Mezcla en un plato las semillas de ajonjoli negro con el amaranto. Por otro lado, licua el vinagre, la soja y las semillas de tostadas. Salpimienta el atún y cúbrelo con la primera mezcla. Presiona un poco.

Por último, fríe el atún por ambos lados a tu gusto. Echa por encima la salsa y degusta.

3. Galletas de amaranto

Son unas galletas diferentes, pero muy saludables.

Necesitarás:

• 2 huevos.
• 250 gramos de mantequilla.
• ½ taza de harina de amaranto.
• 2 tazas de harina de trigo.
• ¾ azúcar.
• ½ taza de amaranto inflado.
• 1 cucharada de levadura.
• Extracto de vainilla.

Para elaborar las galletas, mezcla el azúcar con la mantequilla, la vainilla, un huevo y la yema de otro. Seguidamente, incorpora paulatinamente la harina de trigo, de amaranto, la levadura y el amaranto inflado. Envuelve con film y refrigera esta masa durante 30 minutos.

Pasado el tiempo, espolvorea harina sobre la mesa de trabajo y extiende la masa. El grosor adecuado son 2 centímetros. Corta las galletas y hornea a 180 ºC durante 12 minutos.

Como has podido comprobar, el amaranto es un alimento muy completo que puedes añadir a tu dieta de mil formas diferentes. Cuéntanos en los comentarios cómo lo has probado.