Grietas en el pezón durante la lactancia: cómo curarlas y prevenirlas
La alimentación con leche materna es lo recomendado por todos los pediatras y nutricionistas. Es el mejor alimento para el bebé, y también tiene efectos importantes en el organismo materno que lo ayudan a recuperarse del embarazo y del parto. Las fisuras o grietas en el pezón, sin embargo, son un problema habitual que dificulta esta hermosa y muy positiva tarea.
A diferencia de lo que sucede con los otros mamíferos, las mujeres no cuentan con instintos que las guíen para amamantar con éxito. Es algo que debe aprenderse sobre la marcha, y la falta de información o de apoyo en el entorno favorecen la aparición de este problema
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Qué son y por qué aparecen
Las grietas en el pezón durante la lactancia se presentan con más frecuencia entre quienes son primerizas, y generalmente hacia el tercer a sexto día después del nacimiento del bebé. A pesar de esto, hay casos en los que aparecen hasta seis semanas después de iniciada la lactancia, e incluso más adelante.
Las consecuencias son perjudiciales para el buen desarrollo de esta imprescindible función. Vemos que la madre sufre episodios de ansiedad cada vez que le toca dar el pecho. Además, el intenso dolor y el sangrado en la zona afectada alteran el proceso. El lactante va a seguir obteniendo la leche de igual manera, pero se creará un rechazo materno hacia este tipo de alimentación.
En muchas ocasiones, estas dificultades llevan a la madre a abandonar de forma precoz la lactancia natural y a sustituirla por el biberón y las fórmulas. Como sabemos, lo que recomiendan todos los expertos es que sea exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé, que se nutre entonces de una forma adecuada.
Por otra parte, la lactancia artificial priva al lactante de la protección inmunitaria que proporciona la leche materna. El Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría promueve el aumento de los índices de duración de la lactancia materna en toda España.
El traumatismo que se produce de forma repetitiva en esta área tan delicada es la principal causa. Sin embargo, existen otros factores que acentúan esta acción, y la consecuencia es que aparezcan las fisuras.
La principal es el agarre defectuoso de la boca del niño. Los labios deben rodear la areola; limitarse a tomar solo el pezón aumenta el efecto mecánico ejercido por la lengua y las encías. La piel sufre irritación, se hace gruesa y es entonces cuando salen las grietas.
Otros factores predisponentes
Los corpúsculos de Montgomery, esos bultitos que se ven en la areola, segregan una sustancia que protege y lubrica esta delicada mucosa. Es de naturaleza sebácea, y lavarse con jabón o productos similares antes de cada lactancia la elimina, lo que da como resultado una mucosa seca y friable.
Las dermatitis y el síndrome de Raynaud en la madre o el frenillo sublingual corto del bebé son alteraciones que aumentan la fricción y exponen la zona a un trauma más intenso. Las malformaciones, tales como el pezón invertido, también dificultan el correcto agarre.
Medela Pezonera Contact es un artículo recomendado para los pezones invertidos o que han llegado a agrietarse. Las pezoneras proporcionan protección mientras facilitan el mecanismo de la lactancia.
Un mal agarre: cómo corregir la posición
Mencionamos ya que tomar el pezón de una forma parcial aumenta la fricción en esta zona. Lo adecuado es que esta parte de la anatomía materna se ubique más adentro de la boca del niño, tocando el paladar. Los labios quedarán entonces rodeando la areola, y de esta manera se evitan las fisuras o grietas en el pezón.
Para lograr la posición correcta desde el principio, las recomendaciones de los profesionales de enfermería y las basadas en la Guía de Práctica Clínica sobre Lactancia Materna son fundamentales.
La maniobra que hay que aprender es la siguiente: se sostiene al bebé de forma tal que su cabeza quede frente a uno de los pechos. Con la mano libre, se toma la areola, colocando cuatro dedos debajo y el pulgar por encima. Todos los dedos deben quedar por fuera de la zona. Al tocar los labios o la barbilla, la boca del niño se abrirá y entonces se introducirá todo.
No se debe llevar al bebé hacia el pecho, sino al revés, presionando el área ligeramente para que sobresalga completamente. Si el bebé se agarra de forma incorrecta, hay que introducir un dedo en la comisura y la boca se abrirá. El proceso se repite hasta que se haga de la forma indicada.
Cómo curar las grietas en el pezón.
Una condición indispensable es lograr la posición adecuada del pezón dentro de la boca del lactante. En cuanto a la solución en sí del problema, debemos recordar siempre que prevenir es más fácil y efectivo que curar lo que ya está lesionado.
Una de las condiciones para lograr la correcta posición es que las mamas no estén demasiado llenas. Cuando esto sucede, son muy consistentes y tienden a la esfericidad, lo que dificulta la toma con la boca. Es conveniente, en estos casos, extraer un poco de leche de las dos mamas para aliviar la presión; el Sacaleches Eléctrico Nuk nos proporciona una alta potencia. Extrae un elevado volumen de leche, en dos fases y con el máximo confort.
Evitar la fricción es también indispensable. Es posible que durante algunos días sea conveniente darle al bebé la leche que se haya extraído para evitar el contacto directo sin suspender la lactancia materna exclusiva.
Para activar la cicatrización de las fisuras, existen varios recursos disponibles. En los casos leves, se pueden aplicar algunas gotas de leche materna en el área. Esta secreción ayuda a desinflamar y a cerrar la herida, al tiempo que tiene un efecto lubricante. Cuando hay lesiones más profundas, pueden utilizarse cremas especialmente formuladas.
¿Cuáles son las mejores cremas para curar las grietas del pezón durante la lactancia?
Existen productos específicamente diseñados para aliviar las fisuras en la lactancia. Tienen varios efectos que actúan de forma sinérgica y sirven tanto para prevenir como para curar.
Crema Medela de Purelan para el Cuidado del Pezón
La lanolina pura al 100 % es el único ingrediente de este producto concebido para el cuidado específico de los pezones, antes y durante la lactancia. Es una crema segura para la mamá y para el bebé, y no hace falta retirarla al dar el pecho. Es hipoalergénica, no contiene fragancias ni colorantes y está dermatológicamente probada.
La Crema Medela de Purelan para el Cuidado del Pezón protege de la sequedad, ya que tiene efectos lubricantes e hidratantes. Debido a su pureza, se puede esparcir con facilidad y utilizarse varias veces al día, cada vez que sea necesario.
Crema Sos Reparadora Weleda de Skin Food
La combinación de caléndula, camomila y aceite de almendras con el extracto de pensamiento silvestre proporciona un notable efecto reparador y nutritivo para pieles secas o descamadas. Previene y cicatriza las grietas del pezón, gracias a que es producto de una cosmética 100 % natural.
La Crema Sos Reparadora Weleda de Skin Food tiene un aroma característico, que proviene de plantas medicinales con acción suavizante y curativa. Se aplica con un ligero masaje hasta su total absorción, una de las cremas de Weleda que será tu aliada.
Algunos consejos para prevenirlas
Entre las mejores recomendaciones para las madres lactantes encontramos una que quizá sea poco conocida. Los chupetes y biberones tienen un diseño que imita al pezón y favorecen que el bebé aprenda un agarre incorrecto. Cerrará mucho la boca, tomando solo esta parte, y cuando se le ofrezca el pecho hará lo mismo. Estos objetos no deben darse al bebé hasta que haya aprendido a mamar correctamente.
Mencionábamos antes que lavarse el pecho con mucha frecuencia favorece que la zona se seque. Basta con la ducha diaria y algo de agua tibia entes de dar de mamar. Un aspecto muy importante es preparar los pezones para la lactancia, y los masajes desde el cuarto mes de embarazo ayudan a que sean más prominentes. Debemos presionar los pechos desde la base hacia el extremo, varias veces y dos veces al día. Además, tomar el sol unos quince minutos diarios ayuda a que la piel se haga más resistente.
Una razón que puede llevar a las madres inexpertas a ofrecer solo el pezón es la creencia de que el bebé no puede respirar. Pero no es así: a pesar de tener la cara muy cerca de la mama, queda espacio suficiente entre la nariz y el labio superior. Quizá convenga leer el artículo Cómo dar el pecho: posiciones y consejos para la lactancia materna.
Al separar al niño del pecho, no hay que tirar de forma brusca. Esto acentúa el trauma y puede producir arañazos, especialmente si ya ha brotado algún dientecillo. La manera correcta de hacerlo es introducir un dedo en la comisura de la boca para que la abra.
Los discos protectores de pezones son muy útiles en casos de irritaciones y dermatitis. Los Nature Discos Lactancia de la marca Suavinex, están elaborados con cuatro capas de materiales muy absorbentes que permiten la transpiración. Mantienen la piel seca y mitigan las irritaciones, además de proteger del roce de la ropa.
Las grietas en el pezón son un problema al que debemos prestar atención. Lo mejor es evitarlas, utilizando todas las medidas preventivas a nuestro alcance. En Atida | Mifarma proporcionamos toda clase de consejos útiles, siempre actualizados: solo hay que seguir nuestras RR. SS.
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