Tobillos hinchados: 5 problemas de salud
Tener los tobillos hinchados es un problema que dificulta las tareas cotidianas de hombres y mujeres. El paso del tiempo es uno de los responsables, puesto que uno de los dolores específicos y localizados del envejecimiento se sitúa en esta zona.
Por regla general, en las personas mayores esto se relaciona con la ausencia de ejercicio físico. Esto provoca una mayor acumulación de líquido y una mala circulación, lo que deriva en una hinchazón de los tobillos.
Además, existen otros factores que también pueden influir directamente en esta situación, como temperaturas y humedades altas. Algo muy habitual en un clima cálido.
Es posible que la inflamación se presente inicialmente en uno de los tobillos, y tras un tiempo, verse perjudicado también el otro. Por tanto, ante la sospecha de que estés acumulando líquido en la articulación o los tejidos blandos, es conveniente una opinión profesional. De este modo, se podrán descartar diagnósticos graves y se podrá realizar un seguimiento de tu caso.
Tabla de Contenidos
5 señales de los tobillos hinchados
Tener los tobillos o los pies hinchados podría ser consecuencia de una lesión tras un mal movimiento o una retención de líquidos. Sin embargo, no solo sucede por estas causas. Existen otro tipo de motivos que debes tener presente.
Lo primero es ser consciente de cuáles son las posibles causas y acudir al médico. De este modo, será más sencillo averiguar qué es lo que realmente te está afectando. El médico valorará la información que aportes para, posteriormente, realizar un buen diagnóstico y un tratamiento apropiado y efectivo.
Veamos a continuación algunos problemas de salud que pueden provocar que tus tobillos estén abotargados y, quizás, doloridos.
1. Alguna medicación
Como efecto secundario de ciertos medicamentos, la inflamación de las extremidades inferiores es una posibilidad. Algunos de esos tratamientos farmacológicos son los corticosteroides, los AINES o antiinflamatorios no esteroides, los antidepresivos o los que tratan la diabetes, entre otros.
Si la inflamación que sufres es consecuencia de la medicación, no debes interrumpir tu tratamiento. Debes pedir cita con tu médico a la mayor brevedad posible. En ciertas situaciones este efecto se debe tolerar. En cambio, en otras es un signo evidente de que hay que modificar o regular la medicación pautada.
2. Malos hábitos de vida
Del mismo modo que una dieta equilibrada va a contribuir a que tengas una buena salud, una dieta rica en grasas y sal te perjudica. Como consecuencia de estos malos hábitos, es posible que padezcas diferentes problemas. Algunos de ellos son el abotargamiento de las extremidades y la retención de líquidos.
Por otro lado, el alcohol y el tabaco tampoco son unos buenos aliados, ya que son causantes de detonar y reforzar algunos problemas de salud. En el caso del alcohol, favorece la acumulación de fluidos en el organismo, provocando la hinchazón en los pies. Si esto no es algo puntual y se extiende durante varios días, será necesario consultar con tu médico.
Además, si notas que se te inflan los pies siempre tras tomar alcohol, es posible que padezcas un problema subyacente en riñones, hígado o corazón.
Como consejo, reduce la ingesta de sal y bebe suficiente agua, dos litros al día como mínimo. Otro sería colocar los pies a una altura por encima del corazón para favorecer la circulación de tus piernas.
3. Sedentarismo
Tu estilo de vida es otra de las principales causas de tener los pies inflados. Por ejemplo, el sedentarismo es uno de los enemigos del bienestar general. A esto suele asociarse el sobrepeso, por lo que la combinación puede ser nefasta para tus intereses. Además, si no cuentas con zapatos adecuados, los tobillos también acaban por abotargarse, independiente del uso que les estés dando.
4. Coágulos de sangre
Los coágulos sanguíneos que se localizan en las venas de las piernas pueden ser responsables directos de algunas molestias de tu tobillo. Los expertos indican que, cuando una persona los desarrolla en las extremidades inferiores, afectando al retorno de sangre del corazón. Esto tiene una repercusión directa en los pies y tobillos, generando su inflamiento.
Asimismo, estos mismos expertos indican que una TVP o trombosis venosa profunda suele aparecer cuando en las piernas se forman coágulos sanguíneos. En estos casos, quienes lo padecen también experimentan otros síntomas como:
- Cambios en la coloración de las piernas.
- Fiebre o febrícula.
- Dolor.
5. Insuficiencia venosa
Muchas veces es habitual acudir a la consulta del médico y comentarle ciertas molestias que en tu intuición se relacionan con una mala circulación. En la mayoría de las situaciones esta intuición es acertada.
Dichas incomodidades y el aumento de tamaño de los tobillos son consecuencia de un problema vascular o de una mala circulación. Las enfermedades de carácter vascular en las extremidades inferiores se suelen clasificar en:
- Venosas. Normalmente, estas patologías suelen ser trombosis venosas y varices.
- Arteriales. Pueden originarse por un defecto localizado en las arterias, como sucede en el caso de los aneurismas. Por otro lado, también podría ser consecuencia de otras patologías como la arteriosclerosis.
Cuando se padece una insuficiencia venosa crónica, las venas de las piernas impiden que la sangre fluya con total normalidad. Por ejemplo, el síndrome posflebítico es una insuficiencia venosa crónica que se produce como consecuencia de un coágulo sanguíneo en las venas.
Otros factores que harán que tengas los pies y tobillos hinchados
Como hemos visto hasta ahora, una persona puede experimentar hinchazón en tobillos y pies por diversos factores. A continuación, veremos otros motivos por los que puede darse este aumento de tamaño.
Enfermedad cardíaca
Una de las señales de este padecimiento es un fallo o una enfermedad cardíaca. Si el corazón está dañado, no podrá bombear la sangre con eficiencia. Asimismo, cabe la posibilidad de que un fallo de estas características provoque la retención de líquidos.
Los síntomas de un fallo cardíaco más habituales, además del abotargamiento de tobillos, pies y piernas, son:
- Sibilancia.
- Fatiga.
- Debilidad.
- Dificultad para respirar.
- Náuseas y vómitos.
- Dificultad de concentración.
- Distensión abdominal.
- Ritmo cardíaco acelerado.
- Aumento rápido de peso por retención de líquidos.
- Pérdida del apetito.
Enfermedad renal
Las personas que no tienen riñones funcionando de una manera eficiente no tienen la capacidad de drenar los líquidos. Y como consecuencia, estos se acumulan en su organismo.
La enfermedad renal puede que no presente ningún tipo de síntoma hasta que no sea grave. Entonces los riñones comenzarán a fallar. ¿Cuáles son los síntomas de deficiencia renal?
- Fatiga o adormecimiento.
- Dificultad para respirar.
- Micción con menos frecuencia.
- Convulsiones.
- Confusión.
- Náuseas.
- Presión o dolor en el pecho.
Enfermedad hepática
Los problemas hepáticos pueden inhibir la producción de albúmina, una proteína que colabora en la detección de la fuga de sangre de los vasos sanguíneos. Su déficit en el organismo propicia que la sangre pueda acumularse en pies y piernas. Esto provocará hinchazón en esta zona del cuerpo.
¿Qué sintomatología es habitual en estos casos?
- Aparición de hematomas con facilidad.
- Orina oscura.
- Ictericia.
- Náuseas y vómitos.
- Picazón en la piel.
- Pérdida de apetito.
- Falta de energía.
- Abdomen distendido y blando.
- Heces alquitranadas, sanguinolentas o pálidas.
Una solución es recurrir a baños de agua fría. Para ello, solo necesitas un barreño o un recipiente donde quepan tus pies, agua y el hielo que seas capaz de soportar sin pasar un mal rato. Notarás su efecto antiinflamatorio y te proporcionará alivio en estas situaciones.
Otra opción más elaborada es hacerte un masaje suave con aceite esencial de manzanilla o camomila. Prepáralo con medio litro de agua y 20 gramos de flores de manzanilla. Verás como te proporcionará alivio gracias a sus propiedades antiinflamatorias. Para su elaboración, lleva el agua a ebullición y añade unas gotas de aceite esencial. Deja que se realice la decocción durante 10 minutos. Añade las flores y deja cocer la mezcla durante otros 5 o 6 minutos más. Retira del fuego, deja que se enfríe y cuela el producto resultante. Ya tienes lista la preparación para masajearte los pies hasta las rodillas con movimientos circulares. Para aliviarte el dolor en momentos puntuales también puedes hace uso de tobilleras de farmacia.
¿Cuándo visitar a un médico?
En numerosas ocasiones, tener los pies abotargados no es un problema grave y se soluciona por sí mismo sin cuidados médicos. Modificar tu estilo de vida y algunos remedios caseros como los anteriores suelen ser de gran ayuda para rebajar el abultamiento. No obstante, si esta situación perdura en el tiempo o comienza a doler, la mejor opción será acudir y seguir las recomendaciones de tu médico. Nadie mejor que él para hacer un buen diagnóstico y un tratamiento acorde a tu estado.
Como ves, el origen de los tobillos hinchados es muy variado y depende de cada caso. Desde Mifarma by Atida esperamos haberte resuelto algunas dudas con este artículo y sepas identificar sus señales y qué pasos tomar en caso de sufrir esta dolencia. ¡Estamos para ayudarte!
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