Tabla de crecimiento bebés

Todos los bebés son diferentes entre sí. Cada uno nace con unas características de peso o tamaño muy concretas que no tienen por qué coincidir con las de otros. Esto seguirá sucediendo según crecen, pero en las revisiones médicas podrás ir conociendo su evolución gracias a una tabla de crecimiento para bebés. Tras cada consulta, el pediatra te indicará si todo va bien o si existe algún tipo de problema al que debas prestar atención.

Al principio parece un poco confuso, pero tú también aprenderás a interpretar los resultados, no te preocupes.

¿Qué es una tabla de crecimiento?

Las tablas de crecimiento son unas herramientas de apoyo para los profesionales sanitarios con las que comprueban el estado de salud de tu bebé. Gracias a ellas, puedes analizar su evolución con respecto a otros bebés del mismo sexo y edad. Asimismo, se presentan como una gran ayuda para evaluar si el desarrollo de los peques hasta los dos años de vida (o 24 meses) es o no normal.

Existen dos tablas en las que basarse. Una de ellas es para los niños con menos de dos años y otra para los que superan esta edad. Además, están diferenciadas por sexos, ya que el desarrollo no es igual para niños y niñas.

¿Para qué sirven?

En dichas tablas se recoge la información que los pediatras valoran, con base en unos parámetros objetivos. De este modo, pueden realizar un seguimiento antropométrico adecuado. No obstante, también se tienen en cuenta otros factores como, por ejemplo, la complexión de los miembros de la familia. Con todo esto podrán valorar si se encuentran o no ante un desarrollo normal.

Los valores que se tienen en cuenta los establece la OMS (Organización Mundial de la Salud). De esta manera, debes saber que para la mayoría de los niños se pueden utilizar tablas estándar de crecimiento. Sin embargo, para los prematuros se consultan unas más específicas donde, entre otras cosas, también se tiene en cuenta la raza.

Para interpretar los indicadores de crecimiento se tienen en cuenta factores como:

• Talla.
  
• Edad ósea.
  
• Perímetro craneal.
  
• Peso.
  
• Velocidad de crecimiento.

Es habitual que, en la revisión con los pediatras, los padres se preocupen por el percentil de los hijos. Pero hay que recordar que este no es más que un dato estadístico que compara a los niños de la misma edad y sexo. Lo importante es que los niños crezcan de forma proporcionada y armónica a su talla.

Por tanto, debes estar tranquilo si tu hijo se sale de la media. En caso de que el pediatra detecte un problema, solicitará estudios complementarios para comprobar si está sano o si tiene alguna patología.

Calcula el percentil de tu bebé o niño/a usando la calculadora

Con la calculadora puedes saber cómo es la evolución de tu hijo tomando como referencia los estándares de crecimiento infantil de la OMS. Recuerda que los resultados que vas a obtener son orientativos y no deben sustituir la opinión de un profesional sanitario.

Los datos antropométricos recogidos se comparan con las gráficas y tablas de percentiles, donde te recordamos que se discrimina por edad y sexo para mayor eficacia. Para que el valor obtenido se considere dentro de la normalidad, el margen es de más menos 2 desviaciones estándar.

El peso en el recién nacido a término oscila entre 2500 y 4500 gramos. Al quinto mes se duplica este peso y, al cabo de un año, se triplica. Alrededor de los 24 meses lo normal es que se cuadruplique. Superado el período neonatal, se considera bajo peso estar por debajo del percentil 3 para la edad del infante.

En el caso de la talla, lo normal es medir unos 50 centímetros al nacer. Durante el primer año de vida crecen unos 25 centímetros y a los 4 años se duplica. Tras el período neonatal, se considera baja talla para un percentil inferior al 3 para su edad. Desde los 24 meses a los 12 años se puede emplear una sencilla fórmula para determinar el crecimiento considerado normal:

[(edad en años del niño) x 6] + 77

Si quieres hacer un seguimiento manual, puedes descargar los gráficos de percentiles de la OMS.

¿Cómo funcionan las tablas de crecimiento para bebés?

En estas curvas y tablas apreciarás los patrones normales de crecimiento para los niños. Sin embargo, debes tener muy presente que los resultados de los bebés sanos pueden ser diferentes. 

Atendiendo solo a uno de ellos no se puede decir que el resultado sea correcto o incorrecto. Aun así, lo ideal sería que tu pequeño siguiese la misma curva de crecimiento con el paso del tiempo. Además, tanto su peso como su altura deberían aumentar de manera proporcional a la indicada en las tablas.

Si esto no sucediese, no te preocupes. Desde Mifarma by Atida te recomendamos consultar con tus profesionales sanitarios de confianza, con aquellos que conozcan a tu bebé, y ellos te explicarán el desarrollo. La persona más indicada para explicarte si el patrón de desarrollo de tu bebé es o no normal es su pediatra. ¿Por qué? Porque conoce tanto las tablas como a tu hijo y cómo está siendo su crecimiento. Si no ha ganado peso porque ha estado malito, por ejemplo, él lo sabrá y lo considerará dentro de la normalidad. 

Cómo interpretar si el percentil del bebé está aumentando de peso y altura correctamente

En la tabla de crecimiento para bebés vas a encontrar el percentil en el que se encuentra el tuyo. Recuerda que en ella se comparan aquellos del mismo sexo y edad. Así, estos percentiles se muestran en gráfico en forma de curvas.

¿Qué significa que tu hijo en la curva longitud-edad se sitúe en el percentil 60? La gráfica te indicaría que el 40 % de los bebés de su mismo sexo y edad mide más, pero también que el 60 % mide menos.

Pero, como te hemos comentado, este aspecto no es suficiente para valorar el desarrollo general de tu hijo. El pediatra tendrá que valorar otros factores durante esta etapa para poder comparar la curva de crecimiento habitual que se muestra en las tablas.

Los niños pueden tener distintas longitudes o tamaños y estar completamente sanos. Por eso, no es bueno que te obsesiones con los resultados. Los factores ambientales, los niveles de actividad, la genética, la nutrición y algunos problemas de salud son elementos que tienen un impacto significativo en su crecimiento.

Los denominados estirones son diferentes en cada bebé. Por ejemplo, el patrón de crecimiento no es el mismo en un bebé alimentado por leche artificial que en otro que se alimenta del pecho materno. Los bebés amamantados no engordan tan rápido como los que toman biberón, ya que los nutrientes que contiene la leche de fórmula son diferentes. Además, los segundos pegan un estirón y cogen peso con mayor rapidez a partir del tercer mes de vida.

¿Qué pasa si el patrón de crecimiento de mi bebé cambia?

Los cambios en el patrón de crecimiento no son siempre un indicador de problemas. De hecho, es posible que el bebé esté pegando un estirón. A pesar de ello, en ocasiones sí puede ser indicativo de que algo no va bien. En ese caso, el pediatra será el encargado de examinar en profundidad a tu hijo para analizar lo que sucede.

Vamos a verlo mejor con un ejemplo. Imagina que tu bebé, hasta este momento, ha medido o pesado más que el 40 % de aquellos con su mismo sexo y edad. Pero si ahora mide o pesa más que el 80 %, el médico querrá investigar el porqué de ese aumento en el ritmo de crecimiento.

Los bebés que tienen una buena nutrición y están sanos presentan un patrón predecible de crecimiento. Por tanto, un cambio como el citado en el ejemplo puede ayudar a que los pediatras detecten algún problema médico, de desarrollo o alimentación.

¿Qué pasa si mi hijo está por debajo o por encima de la media?

Se puede decir que los bebés se encuentran entre los percentiles 3 y 97. No obstante, si tu peque no se halla entre ellos, el médico será quien valore si existen otros factores que puedan influir en su desarrollo. Por ejemplo, la herencia de la complexión familiar es un factor muy importante a tener en consideración.

En algunas familias, los bebés crecen muy rápido, mientras que en otras lo hacen de una manera más constante, pero lenta. No debes alarmarte. Si el médico considera que tu hijo pesa poco o mucho, que crece demasiado lento o muy rápido, solo tendrás que seguir sus consejos. Así que respira tranquilo, porque está en las mejores manos posibles.

Las curvas de crecimiento pueden resultar abrumadoras y sus resultados, confusos. Recuerda que cada niño es un mundo, no lo compares en exceso con el resto y piensa en su evolución desde el nacimiento. Cuando tu pediatra te indique que todo está bien, disfrútalo, no trates de seguir comparando. Evita angustiarte por nada.

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Y recuerda consultar Guía definitiva para papás y mamás.