Ruidos en la rodilla: ¿cuándo tengo que preocuparme?
¿Notas ruidos en la rodilla cuando subes o bajas escaleras? ¿Te preocupa flexionar la rodilla porque notas un crepitar? Hoy te contamos cuándo debes ocuparte de los crujidos o chasquidos en esta articulación.
La rodilla es, probablemente, la articulación más compleja de la anatomía de los seres humanos. Esta está adaptada para asegurar la estabilidad del cuerpo y facilitar su movilidad. Como consecuencia, sufre un impacto diario que, en ocasiones, puede tener consecuencias negativas.
Los crujidos en la rodilla o la sensación de que algo «salta» son algunas manifestaciones que te ponen en alerta. Especialmente cuando son muy exagerados. Pero, aunque los ruidos que puedas notar son similares entre sí, conviene que no los confundas.
Los crujidos de rodilla, por ejemplo, pueden ser consecuencia de un problema en la articulación femoropatelar, una de las tres que la componen. Esta se encuentra entre la rótula y el fémur y se necesita para flexionar y extender la rodilla.
Otros huesos que pertenecen a esta articulación son el peroné, el fémur y la tibia. También forman parte de ella los meniscos, los músculos, los tendones y el líquido sinovial. Este último actúa como lubricante: reduce el sufrimiento de la rodilla porque minimiza la fricción sobre el hueso.
Cualquiera de estos elementos puede ser responsable de los ruidos que escuchas. Aunque recuerda que no es necesario que te preocupes por todos ellos.
Tabla de Contenidos
Por qué se producen los ruidos o crujidos de rodilla
Las crepitaciones y ruidos que se producen en las rodillas pueden tener varios orígenes. Uno de los más frecuentes e inocuos es la acumulación de gas en el líquido sinovial.
¿Qué significa esto? Que se forman pequeñas burbujas y, al flexionar la articulación, explotan o se rompen. Como consecuencia, se produce un ruido tan desagradable como alarmante. No obstante, es algo que sucede de forma habitual en muchas personas y no es doloroso ni debe preocuparte.
Esas burbujas suelen estallar al cambiar de postura, al levantarse de la cama, colocarse en cuclillas o realizar movimientos bruscos que fuerzan la articulación.
Sin embargo, cuando los chasquidos de la rodilla se acompañan de dolor, es necesario realizar una revisión médica.
Esto sucede, por ejemplo, cuando se padece artrosis. Al soportar el peso del cuerpo, son articulaciones que sufren constantemente. Así, las personas con sobrepeso o que realizan ejercicio físico en exceso pueden tener algunos problemas. El peso o el trabajo que soportan puede contribuir al desgaste de los cartílagos y provocar artrosis.
¿Y cuál es uno de los síntomas más característicos de la artrosis? Efectivamente: el ruido de las rodillas que se acompaña de dolor.
Por otro lado, la alteración del cartílago puede producir condromalacia, algo habitual entre deportistas y runners. Lo puedes apreciar al subir y bajar escaleras o al levantarte de una silla. En ambos casos, escucharás un crujido en las rodillas.
Los chasquidos de la rodilla son un sonido perfectamente audible para quienes los tienen y para aquellos que están a su alrededor. Suelen asociarse a la rotura longitudinal del menisco. La importancia de esta estructura radica en que da estabilidad y funcionalidad a la rodilla. Además, absorbe golpes y disminuye el desgaste del cartílago. Al romperse, la rodilla puede bloquearse de forma parcial o total.
Otros de los motivos por los que se producen ruidos en la rodilla son:
- Síndrome patelofemoral o SDPF. También se le conoce como rodilla de corredor. Se produce por sobrecargar la rótula y puede producir condromalacia rotuliana.
- Condromalacia rotuliana. Es consecuencia de la degeneración del cartílago de la superficie de la articulación que forma la cápsula posterior de la rodilla.
- Distintas lesiones de tendones o ligamentos. En estos casos, en vez de chasquidos se notan (y se escuchan) pequeños saltos en la articulación.
Síntomas de alerta: ¿cuándo consultar a un médico especialista?
El dolor es un síntoma claro de preocupación. Si además de los ruidos en la rodilla notas molestias, es buena idea consultar a un especialista.
Pero no solo el dolor es un síntoma de alerta, sino que también debes tener en cuenta su frecuencia. Si estos episodios te suceden muy de vez en cuando, probablemente no sean debidos a un problema importante. Sin embargo, si aparecen a menudo y van acompañados de otros síntomas, habrá que analizar por qué.
Por último, también es importante que detectes si la articulación se resiente. Esto está relacionado con el dolor, pero es más a largo plazo. Si cuando te suena la rodilla te produce dolor y, además, después tienes la articulación hinchada, con hematomas o el dolor persiste, debes hacértelo mirar.
Consejos para mantener saludables tus articulaciones
Mantener las rodillas sanas y prevenir la aparición de distintas patologías no es difícil. Para comenzar, has de tener en cuenta que la obesidad y el sobrepeso son dos circunstancias que has de evitar a toda costa. De esta manera, tus rodillas no sufrirán tanto con el peso.
Por otro lado, para prevenir lesiones indeseadas en estas articulaciones, es necesario evitar algunas actividades físicas. Especialmente las que provocan fuertes impactos sobre ellas, como el aeróbic, el running o cualquier ejercicio con saltos. Las sentadillas también están totalmente desaconsejadas.
Por el contrario, montar en bici, nadar o caminar son algunos de los deportes que sí puedes realizar habitualmente sin sobreesfuerzo. Así, mantendrás las rodillas sanas y conservarás la fuerza y el tono muscular sin problemas.
Finalmente, recuerda que es recomendable mantener un buen equilibrio de la musculatura. En este caso hay que incidir en fortalecer los músculos de la cara interna de la pierna, en concreto el vasto interno. ¿Cómo puedes hacerlo? En posición sentada, sujeta un balón entre las rodillas y estira de forma alternativa las piernas sin que la pelota caiga al suelo. Puedes hacer este ejercicio con una pelota grande y reducir su tamaño con el tiempo hasta conseguir hacerlo con una de tenis. Otra opción es usar rodilleras ortopédicas de farmacia que te ayudarán a aliviar el dolor.
En definitiva, si sientes dolor cuando escuchas ruidos en la rodilla, nuestra recomendación desde Atida es que acudas al médico cuanto antes. Este podrá realizar una evaluación exhaustiva y te indicará cuál es el origen de este ruido. No obstante, si el chasquido es indoloro, no tienes por qué preocuparte.
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