¿Es correcto tomar el sol justo después de depilarse?
Cuando llega el buen tiempo buscamos el sol como fuente de vitalidad, de relajación y por qué no decirlo, como la fuente de luz que nos dará el bronceado y el tono de piel que deseamos. Sin embargo, debemos ser conscientes del estado de nuestra piel y de su vulnerabilidad en esos momentos antes de tomar decisiones, como puede ser la de depilarnos. Es perjudicial, tanto hacerlo inmediatamente antes, como justo después de haber tomado un baño de sol. Y las razones para esto son muy claras:
Tabla de Contenidos
Qué le sucede a la piel tras la depilación
Durante el proceso de la depilación y durante el tiempo que pasamos tomando un relajante baño de sol, la piel sufre un gran esfuerzo que le hace pasar por un estado de gran vulnerabilidad, donde los conocidos como melanocitos, encargados de la producción de la melanina, y por lo tanto, de la protección de la piel, alcanzan sus niveles más altos. Esta alarma natural de nuestra epidermis nos indica el aumento en el riesgo de sufrir quemaduras y de la aparición de manchas o hiperpigmentación de la piel.
Si a este estado de agresión hacia nuestra piel, le añadimos el maltrato que sufre esta durante el proceso de la depilación, tendremos un resultado devastador. Tampoco es aconsejable realizar el proceso inverso. Es decir, tomar grandes cantidades de sol después de depilarnos. La razón tiene mucho que ver con lo anterior. La depilación, sobre todo hecha con cera caliente, supone un gran desgaste de la piel. Y por lo tanto, tendrá muchas menos defensas a la hora de protegerse frente al sol.
Los dermatólogos aconsejan esperar durante, al menos, dos días antes de volver a tomar el sol tras depilarte o tras aplicarte cremas depiladoras. Para que podamos recuperar el manto lípido y restaurar así la protección ante las agresiones externas. Por supuesto, existen formas de eliminar o, al menos, minimizar estos riesgos para la salud de nuestra piel:
Preparar la piel siempre antes de tomar el sol
Exfoliación
Esto debe hacerse como un ritual constante. Lo primero que debemos hacer es exfoliar nuestra piel. Es decir, vamos a eliminar las células muertas de nuestra piel. Con este primer paso conseguiremos un bronceado mucho más uniforme y duradero. De esta forma todos los tratamientos hidratantes que apliquemos con posterioridad serán más eficaces.
Hidratación y protección
El siguiente paso será aplicar en nuestra piel una buena capa de protector solar. Elegiremos una con alto grado de protección, teniendo muy en cuenta nuestra edad, tipo de piel y el tiempo que vamos a estar expuestos al sol.
Por último, es esencial hidratar nuestra piel. Después de haber retirado los restos del protector con un jabón sin detergente, calmaremos la piel con una crema reparadora, un aftersun o un gel de aloe vera.
Cera fría
Si te vas a depilar durante el verano, hazlo con cera fría. Sobre todo si tienes una piel sensible. Además de que es un sistema mucho más fácil de realizar, el desgaste y la agresión sobre tu piel no va a ser mucho menor.
Alimentación
Otra medida muy importante y que muchas personas no le dan importancia, es el hecho de comer e hidratarse bien antes de tomar una gran dosis de rayos solares. Eso sí, no vale cualquier tipo de comida y puede ser peor el remedio que la enfermedad. Debemos elegir alimentos con un alto contenido en agua. Sin olvidarnos, por supuesto, de tener a nuestro lado una botella llena de este rico y necesario elemento natural.
Estas precauciones no tienen que ser tan drásticas en el caso de que vayamos a practicar deportes como pueden ser el ciclismo o la natación. No obstante, siempre debemos protegerla, aunque la exposición al sol de nuestra piel no es tan grande al estar en movimiento.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!