Temperatura corporal: ¿a partir de cuánto se considera fiebre?

Estoy a 37’5º, ¿tengo fiebre? Esta es una de las dudas que todos tenemos en cuanto nos sube la temperatura corporal. Conocer en qué consiste exactamente este concepto y cómo tratar sus variaciones nos ayudará a saber reaccionar de manera adecuada cuando sea necesario.

¿Qué es la temperatura corporal?

El organismo tiene la capacidad de regular la cantidad de calor que almacena, y eliminar el excedente. Este proceso se mide a través de la temperatura corporal, que consigue mantener nuestro cuerpo dentro de los límites adecuados para su buen funcionamiento.
Podemos medir la temperatura corporal en la boca, el oído, la axila, el recto e, incluso, la frente con un termómetro digital. Pese a ello, en cada uno de estos puntos obtendremos ligeras variaciones en la cifra resultante.

Existen diferentes tipos, modelos y marcas de termómetros tanto para adultos como para niños: analógicos, de baño, con voz, digital…

¿Cuál es la temperatura corporal normal?

Se considera como temperatura corporal óptima una medición de 37º C tomada en boca. De todos modos, hay que tener en cuenta que la temperatura tomada en el recto o en el oído siempre será un poco más alta. Igualmente, en la axila el resultado obtenido es un poco más bajo de los 37º. Los médicos consideran la medición en el recto como la más fiable.
Asimismo, y sin salir de los márgenes de temperatura corporal normal, hay que tener en cuenta que puede darse una variación de más o menos 0’6º C,  según el nivel de actividad de cada persona y el horario de medición.

Igualmente, los niveles hormonales pueden influir en la temperatura corporal de las mujeres, según estén ovulando o tengan la menstruación .

Se considera febrícula (tener unas décimas altas) cuando nuestra temperatura está comprendida entre los 37ºC y 37,5ºC. Es este momento no hay que alarmarse pero si debemos prestarle atención y controlarla periódicamente para asegurarnos que no aumente. En caso de aumentar, deberíamos ponernos en contacto con nuestro médico ya que sí sería considerado como fiebre.  En la siguiente tabla os mostramos una clasificación de fiebre por distintos grados de temperatura corporal medida en la axila.

Temperatura corporal baja

Cuando nuestro cuerpo tiene una temperatura por debajo de la considerada normal, entramos en un proceso de hipotermia, que puede llegar a ser un trastorno muy grave y mortal. En estos casos es recomendable acudir al especialista para que pueda emitir un diagnóstico y administrar un tratamiento si fuera necesario.
Las causas de una temperatura corporal excesivamente baja pueden ser muy variadas, e incluyen desde un clima anormalmente frío al consumo de drogas o alcohol, septicemias por infecciones y shocks por diabetes e hipotiroidismo.

Temperatura corporal alta por golpe de calor

Padecemos un golpe de calor cuando el organismo no puede controlar la temperatura corporal, que sigue aumentando de manera excesiva. Sus consecuencias pueden ser muy graves e, incluso, mortales.
Entre las consecuencias de un golpe de calor destacan la deshidratación, la sequedad de la piel, el enrojecimiento y la confusión mental, delirio y pérdida de conocimiento. Requiere tratamiento médico de urgencia.
Merece la pena resaltar que el golpe de calor puede producirse por trabajar o hacer ejercicio en un ambiente muy caluroso, pero también cuando una persona está inactiva y no suda lo suficiente. Este proceso es progresivo y puede durar varios días.

¿Qué es la fiebre?

Tenemos fiebre cuando la temperatura del cuerpo supera los 38º C. Esto puede deberse a diversas causas:
• – Infecciones
• – Uso de medicamentos, como los antibióticos
• – Traumas o lesiones
• – Distintas patologías, como la artritis o el hipertiroidismo

Actualmente, la fiebre es uno de los principales síntomas del COVID 19, la enfermedad que nos tiene a todo el mundo en alerta, además de la dificultad para respirar, la tos seca o el cansancio.

¿Cómo bajar la temperatura corporal?

Además de recurrir a los medicamentos antitérmicos en los casos de fiebre alta, podemos aplicar algunos trucos básicos para bajar la temperatura corporal excesivamente elevada.
Buscar la sombra o lugares con aire acondicionado, eliminar el exceso de ropa y beber agua para rehidratar el cuerpo son 3 opciones para refrescar el cuerpo y evitar los efectos de la fiebre o los golpes de calor. También las compresas frías en los puntos de calor , como las axilas, resultan muy útiles.