Congestión nasal: cómo aliviarla y prevenirla
¿Quién no ha tenido alguna vez congestión nasal? Un simple resfriado o una gripe son la causa principal de este problema, pero no la única. Eliminar los mocos y conseguir respirar bien es el mayor objetivo para quienes notan la nariz congestionada. Si es tu caso, te explicamos cómo conseguirlo.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la congestión nasal?
Se trata de una inflamación de las mucosas del interior de la cavidad nasal, que provoca dolor y un taponamiento de esta zona. Esto provoca que no podamos respirar bien y, por lo tanto, que nos sintamos más cansados de la cuenta al hacer las actividades habituales.
Si la congestión se debe a una gripe o un resfriado, lo más normal es que dure durante el tiempo que se alargue la enfermedad. En el caso de que sea fruto de un proceso alérgico, el problema puede prolongarse durante más tiempo.
Las causas de la congestión nasal
Factores externos como los virus, bacterias y los alérgenos son los principales responsables de que se produzca la inflamación en las fosas nasales y, por lo tanto, se bloquee el paso del aire ocasionando la nariz congestionada.
La creencia popular dice que el exceso de mocos origina la congestión, pero la verdad es que es la inflamación del interior de la nariz lo que la provoca.
Síntomas del catarro nasal
Esencialmente, cuando tenemos la nariz congestionada notamos:
- Goteo nasal
- Dolor en la frente y la zona de debajo de los ojos
- Cansancio
- Dificultad para respirar normalmente
Congestión nasal por frío
El frío del invierno hace que las vías respiratorias sean más sensibles y, por lo tanto, que aumenten los síntomas de las alergias. Entre ellos, la nariz congestionada. Asimismo, el frío hace que cerremos las ventanas y , en consecuencia, aumente la humedad de los espacios cerrados. Esto empeora aun más la congestión.
Una situación similar ocurre con el uso de aire acondicionado, por lo que es mejor evitarlo si tenemos tendencia a alergia o a catarros nasales.
Congestión nasal al acostarse
Si tenemos la nariz congestionada, acostarnos en la cama puede resultar incluso angustioso. Es importante que inclinemos un poco la cabeza para intentar despejar los conductos nasales. Un humidificador en la habitación también ayudará a que respiremos mejor, además de los tradicionales vahos con eucalipto.
Prevenir la congestión nasal
Una buena higiene reducirá las posibilidades de contagio de virus y bacterias y, por lo tanto, de resfriados y gripes. De igual modo, debemos reducir la exposición a los alérgenos y usar antihistamínicos para evitar crisis alérgicas que nos provoquen mocos y congestión nasal.
Asimismo, evitar el tabaco y los cambios bruscos de temperatura nos ayudará a evitar este problema. Finalmente, es recomendable introducir alimentos con vitamina C en la dieta, para mejorar nuestro estado inmunológico.
Tratar la congestión nasal
El uso de sprays salinos y enjuagues alivia la congestión nasal causada por alergias. También podemos optar por los vasoconstrictores sin receta, como la fenilefrina, para aliviar la inflamación de los revestimientos nasales. De esta manera, se abren ayudamos a que se abran las vías respiratorias y a que mejore el flujo del aire.
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