Tratar y prevenir el codo de tenista o epicondilitis
Aunque no te gusten los deportes de raqueta, también puedes sufrir el codo de tenista si fuerzas el antebrazo o muñeca de forma repetitiva, ya sea por ocio o por trabajo. Por eso, hoy te hablamos de esta dolencia y te contamos cómo tratar y prevenir el codo de tenista. ¡Comenzamos!
La epicondilitis o codo de tenista es una lesión que produce un fuerte dolor en la parte externa del codo y que está provocada por la repetición de determinados movimientos -de supinación del antebrazo y extensión de muñeca- que ocasionan pequeñas roturas fibrilares en la zona. Como decíamos, no tiene porqué estar relacionado con deportes como el tenis o el pádel, ya que existen profesiones en las que los movimientos que causan esta dolencia se repiten continuamente -pintores, carniceros, tatuadores o carpinteros, por ejemplo-.
Debido al origen inflamatorio de la epicondilitis, la primera medida para tratar esta lesión es la aplicación de hielo -crioterapia- y emplear después el calor como tratamiento normalizado. Asimismo, la persona afectada deberá guardar reposo de la articulación y hacer uso tanto de antiinflamatorios no esteroideos -ya sean de aplicación tópica u oral- como de coderas y soportes que inmovilicen la zona afectada.
Por otro lado, la fisioterapia y la rehabilitación son el complemento perfecto para tratar el codo de tenista y ayudar a su recuperación. En cuanto a las infiltraciones con corticoides, hay que decir que no son recomendables puesto que el dolor remite pero puede volver a aparecer en el futuro.
En último lugar, recurriríamos a la cirugía con el fin de liberar el tendón del hueso, en el caso en el que ninguna de los tratamientos citados solucionen el problema.
Dicho esto, lo mejor es que, si conocemos el origen de la lesión -qué movimientos provocan el dolor-, reeduquemos la postura y corrijamos los movimientos para evitar dañar las estructuras tendinosas.
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